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Biden no quiere hablar sobre la Suprema Corte —porque sabe que es un tema ganador para Trump

Marc A. Thiessen
24 de septiembre, 2020

¿Por qué Joe Biden no quiere hablar sobre la Suprema Corte?

El lunes, mientras demócratas y republicanos estaban discutiendo en el recinto del Senado los planes del partido republicano para confirmar el reemplazo para la jueza Ruth Bader Ginsburg, las medios por cable hicieron un cambio de plano para ver qué decía Biden sobre la pelea de la Corte durante un discurso de campaña en Wisconsin. Pero él no la mencionó ni una vez. Más tarde, cuando se le preguntó si firmaría legislación para aumentar el número de magistrados de la Corte, Biden se negó a responder, diciendo que no quería dejar que Trump “cambiara el tema”.

¿Cambiar el tema? Si Biden pensara que le ayudaría para vencer a Trump, estaría ansioso de cambiar el tema. Pero él sabe que la batalla de la Suprema Corte que se avecina es un espaldarazo para la campaña de Trump —y un peligro mortal para la suya.

En 2016, las encuestas a la salida de las urnas mostraron que Trump venció a Hillary Clinton por 15 puntos entre los votantes para quienes la Suprema Corte era el tema más importante, 56 a 41 por ciento. Y fue el tema principal para muchos votantes. El veintiséis por ciento de los votantes de Trump —alrededor de 16,4 millones de personas— reportaron que la Corte era el factor más importante en su decisión, en comparación con sólo el 18 por ciento de los votantes de Clinton. En una elección que Trump ganó por unos 78,000 votos en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, estos votantes bien podría decirse lo llevaron a la Oficina Oval.

Pero el éxito de Trump en la transformación del poder judicial —asegurando la mayoría conservadora en la Corte Suprema y confirmando a más de 200 jueces de tribunales inferiores— significa que los nombramientos judiciales se estaban perfilando como un argumento débil en 2020. Ya no. Una dura pelea sobre el reemplazo de Ginsburg a pocas semanas del Día de las Elecciones podría resultar igualmente decisiva en la búsqueda de Trump de un segundo término.

En 2016, Trump presentó una lista de candidatos a la Suprema Corte, y este mes publicó una nueva lista para 2020. Biden se ha negado a hacer lo mismo. ¿Por qué? Él ha dicho que planea poner a una mujer negra en la corte, luego debe tener algunos nombres en mente. De hecho, Biden dijo en junio,  “Estamos elaborando una lista de un grupo de mujeres afroamericanas que están calificadas y tienen la experiencia para estar en la corte”. ¿Por qué no compartir esa lista con los votantes como lo ha hecho Trump? Sencillo. Porque Biden sabe que hacer eso ayudaría a Trump. Pero la posición de Biden es insostenible. Él dice que se le debería permitir elegir al sucesor de Ginsburg, pero no dice quién podría ser su nominado.

De la misma manera, Biden no puede seguir eludiendo preguntas sobre el aumento del número de magistrados de la corte. El hecho es, que muchos demócratas han apoyado el aumento del número de magistrados de la corte desde mucho antes de que muriera Ginsburg. Incluso si ella hubiera sobrevivido hasta el posible primer término de Biden y el magistrado Stephen G. Breyer se hubiera retirado, la confirmación de sus sucesores no alteraría la estructura ideológica de la corte. Los demócratas probablemente no estarían satisfechos simplemente con reemplazar a los jueces liberales. Utilizarían la silla “robada” de Merrick Garland como pretexto para instalar una mayoría liberal. Ahora la silla “robada” de Ginsburg proporcionaría la excusa.

Pero no pueden hacerlo sin la firma del presidente Biden. Él tendrá que adoptar una posición sobre el aumento en el número de magistrados de la corte. Él es reacio a hacerlo porque si dice que no, desanima su base; y si dice que sí, entonces llevará a los votantes renuentes de Trump para quienes la Corte Suprema es un tema decisivo a los brazos de Trump una vez más.

Las encuestas a la salida de las urnas en 2016 mostraron que al 20 por ciento de los votantes de Trump él no les agradaba. Los demócratas esperaban que estos fueran votantes “Nunca Hillary” que tomarían el camino de los demócratas cuando ella no estuviera en la papeleta. Pero la batalla de la Suprema Corte ha arruinado sus planes. Muchos votantes renuentes de Trump votaron por el presidente precisamente debido a la Suprema Corte. Y estuvieron complacidos con sus nombramientos. Las encuestas mostraron que el 86 por ciento de los votantes renuentes de Trump apoyaron su nominación de Neil M. Gorsuch, por ejemplo. El debate sobre el aumento en el número de magistrados de la corte, combinado con la próxima campaña de desprestigio contra el nominado de Trump, podría llevar a muchos de estos votantes renuentes de Trump de nuevo al campo del presidente.

Los demócratas necesitan tener cuidado. En 2018, su despiadado asalto a Brett M. Kavanaugh les costó la oportunidad de recuperar el control del Senado. Los senadores demócratas Heidi Heitkamp (Dakota del Norte), Joe Donnelly (Indiana) y Claire McCaskill (Missouri) fueron expulsados ​​de sus cargos por votantes furiosos por la campaña de ataques de su partido contra Kavanaugh. En un año en el que los demócratas tuvieron éxito en retomar la Cámara, los votantes ampliaron la mayoría del partido republicano en el Senado republicano en dos escaños —dándoles a los republicanos el mandato que ahora aducen para confirmar al sucesor de Ginsburg.

Si los demócratas llevan a cabo un atentado similar contra el próximo nominado de Trump, mientras Biden se niega a decir a quién nombraría y si aumentaría el número de magistrados de la Suprema Corte, ello podría costarles la Casa Blanca.

Fuente: The Washington Post
https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/09/24/biden-wont-talk-about-supreme-court-because-he-knows-its-winning-issue-trump/